COMPASIÓN
La RAE dice de
COMPASIÓN que viene del lat. compassio, -ōnis. Análogo al vocablo griego συμπάθεια
(sympathia), palabra compuesta de συν πάσχω + = συμπάσχω que
significan literalmente «sufrir juntos», y se manifiesta a partir de y comprendiendo el
sufrimiento de otro ser, que es más
intensa que la empatía y que despierta
el deseo de aliviarlo, reducirlo o eliminarlo.
El budismo filosofía con la cual yo resueno muchísimo ha hecho
de este sentimiento su actitud espiritual propia. Todo ser vivo merece esta piedad
cuidadosa, esta solidaridad. A través de la compasión se llega a la iluminación.
Para la
psicología, la compasión es una
facultad, y por tanto se puede adquirir si carece de ella, o mejorarla
si ya la tiene.
No hay excusa para no ser compasivo!
Son
tres los componentes básicos de la facultad de compasión: comprensión,
aceptación (QUE NO RESIGNACIÓN QUE ESO ES OTRA COSA) y el perdón.
Y en cuanto a
la autocompasión, nada hay más inútil que auto compadecerse y quedarse quieto
en la queja a menos que esto nos reporte muy buenos beneficios lo cual aunque
el AUTOCOMPADECIENTE no lo advierta nunca suele ocurrir ni a la corta ni a la
larga.
Recuerdo
que la primera vez que me cuestioné (afortunadamente) la idea de compasión que
un poco había heredado de la sociedad, cultura y religión en las que crecí. Fue hace ya más
de veinte años cuando leí “Las enseñanzas de Don Juan” de Carlos Castañeda un
libro de esos de cabecera
En
él Don Juan Matus un indio yaqui de Nuevo México definía la compasión con estas
palabras que a mí me tambalearon y luego
se quedaron a vivir conmigo por calzar a la perfección en los pies de mi alma:
Los Guerreros
no se ayudan, no tienen compasión por nadie. Para ellos, tener compasión
significa que usted desea que otro sea como usted, y usted lo ayuda sólo para
eso. La impecabilidad del Guerrero es dejar a los otros como son, y apoyarlos
en lo que fueren. Eso significa, naturalmente, que usted confía que también los
otros sean Guerreros impecables.
Esté alerta a cada segundo. No permita que nada ni nadie decida por usted. (…) Usted debe cultivar la idea de que un Guerrero no necesita de nada. Dice que necesita de ayuda. ¿Ayuda para qué? Usted tiene todo lo que es necesario para el viaje extravagante que es su vida.
Esté alerta a cada segundo. No permita que nada ni nadie decida por usted. (…) Usted debe cultivar la idea de que un Guerrero no necesita de nada. Dice que necesita de ayuda. ¿Ayuda para qué? Usted tiene todo lo que es necesario para el viaje extravagante que es su vida.
Teresa Delgado © 2016
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